Durante mi infancia en L´Hospitalet de Llobregat jugaba en
el teatro parroquial que mi padre, junto a otros dos amigos gestionaba. Por
aquel teatro vi desfilar artistas de la talla de La Cubana, Paco Morán o
Camarón, durante esos años nunca imaginé que me dedicaría al espectáculo, pero
claramente empezó a germinar en mí la
semilla del teatro.
Con veintidós años, y estando desempleado, me propusieron ir a descargar un camión al teatro Novedades. Lo que iba a ser un trabajo de unas horas se acabo convirtiendo en una profesión, formándome en el Taller Tecnológico del Espectáculo (TTE) cómo técnico de maquinaria teatral y tramoya.
Fueron años de mucha actividad profesional trabajando para
grupos teatrales como Grup Balaña, Tres x Tres o el Gran Teatre del Liceu y para compañías como Rafael Amargo, Metros Danza o Luís Pardo.
Fue en esa época en la que conocí a Albert Vidal, quien me
convenció de que podía dedicarme a la interpretación con éxito. Fue así como recibí clases particulares y obtuve mi primer papel en su monólogo, debutando en el Teatre Nacional de Catalunya.
Decidido a dar el paso me formé en la escuela de teatro
Berty Tovías, cursando formación complementaria con profesionales como Jhonny
Melville, Txiki Berraondo o Raimon Molins.
Junto a ella en el 2011 nos decidimos a montar nuestra propia compañía de teatro, Frotalámparas, que abre un nuevo camino en esta biografía.